Gota de Valor

Buena es la sal; mas si la sal se hiciere insípida, ¿con qué se sazonará? Lucas 14:34    La sal es esencial para la vida. Mucho antes de que se inventara la refrigeración, se usaba la sal como preservativo para impedir que la carne se dañe; y para dar sabor a los alimentos. La sal da vida, preserva la vida, y da sabor a la vida; es uno de los minerales más importantes que se hallan en el planeta Tierra.    Jesús les dijo a sus discípulos que ellos eran “la sal de la tierra.” Debían ejercer una influencia salvadora, preservadora y dando sabor donde quiera que fueran y con quienquiera que interactuaran. Interesantemente, mucho de la sal que se usaba en Israel procedía del Mar Muerto y estaba mezclada con otros minerales nocivos que arruinaban su pureza y sabor. En tal caso, la sal no servía para nada, y tenían que desecharla por inútil. Si nuestras vidas llegan a contaminarse por las cosas de este mundo, nuestra capacidad para salvar, preservar y dar sabor a la vida qu...

"De oídas te había oído; Mas ahora mis ojos te ven".  Job 42:5    Job lo perdió todo: sus hijos, sus rebaños, sus criados, su propiedad y su salud. Pero después de todo su sufrimiento, y angustias, y preguntas, Job se arrepintió por juzgar cosas que no entendía, y concluyó que Dios es soberano y bueno. Job se dio cuenta de cuán insignificante era él en presencia del Creador del universo, y eso lo condujo a adorar a Dios.    La respuesta de Job debe ser nuestra respuesta cuando atravesamos dificultades. Al fin del día tenemos que confiar en la soberanía y bondad de Dios en nuestra vida. Tal vez no entendamos todo lo que Él está haciendo, o por qué Él permite que ciertas circunstancias lleguen a nuestra vida, pero podemos tener confianza de que Él tiene el control. Cuando reconocemos y descansamos en la soberanía de Dios, aprendemos a decir lo que Job dijo: “Pero ahora mis ojos te ven.” Una más profunda y más precisa comprensión de Dios adquirida por el sufrimient...

“Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas” Mateo 6:14-15.    Un padre llegó a su casa un día, y encontró a sus dos pequeños hijos en medio de una gran pelea. Cuando la niña vio a su padre, supo que estaba en problemas. Así que de inmediato vertió unas lágrimas de cocodrilo, se abrazó al cuello de su papá y le dijo: “Papi, lo siento mucho. No debíamos haber estado peleando. Perdóname. Te amo mucho.” Ella estaba en los brazos de su padre, y él pensaba: “Ella en realidad tiene una buena actitud sobre esto.” Pero entonces, con el rabillo de su ojo, él vio que su hija le estaba mostrando la lengua a su pequeño hermano. El papá le dijo: “No puedes estar abrazándome y mostrándole la lengua a tu hermano, al mismo tiempo.”     ¿Tiene usted esa clase de corazón? ¿Está usted jugando a amar a Dios, pero guarda rese...

"El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta” (Juan 7:17).    Hay un principio absoluto que se enseña en las Escrituras que nos ayudará a conocer y probar la voluntad de Dios. Es el principio de la rendición. Muchos de nosotros tenemos absoluto temor de orar y decir: “Aquí estoy. Quito mis manos de los derechos en mi vida, el deseo de casarme, tener una familia, vivir en una bonita casa, tener un buen trabajo. Todo te lo entrego.” No nos acercamos a Dios y le decimos: “Señor, muéstrame tu voluntad, y entonces decidiré si la quiero hacer o no.” Nunca conocerá la voluntad de Dios de esa manera.  ¿Hay algo que usted no haría si supiera que Jesús quiere que lo haga? ¿Hay algún lugar al que no iría si supiera que Jesús quiere que vaya? ¿Hay alguna cosa que usted no diría, si supiera que Jesús quiere que la diga? ¿Hay alguna cosa que usted no sería, si supiera que Jesús quiere que sea? ¿Hay alguna cosa que uste...

"Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; Has entendido desde lejos mis pensamientos. Has escudriñado mi andar y mi reposo, Y todos mis caminos te son conocidos".   Salmo 139:2-3    Los asesores para la aflicción recomiendan escuchar al reconfortar al que sufre. Escuchar es una acción desprendida, de empatía, una manera de estar presente en silencio: “No estás solo en tu dolor; yo estoy aquí contigo.”    Dios es como el que escucha; siempre allí, escuchando nuestros pensamientos y palabras, haciéndonos saber que no estamos solos. Él es “nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones” (Salmo 46:2). En ninguna parte de la Biblia se expresa más hermosamente la misma presencia de Dios que en el Salmo 139:1-16. Cuando David estaba acosado por los adversarios de Dios que trataban de desacreditarlo, él vertió su corazón delante de Dios. Al hacerlo, David recontaba todas las maneras en que Dios estaba presente con él, siempre listo para...

Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino.   Salmo 119:105 Las linternas “tácticas” son el furor de hoy. Estas linternas pequeñas, por lo general negras, con bombillos LED que llevan muchos del personal de imposición de la ley y de las Fuerzas Armadas, fácilmente caben en los bolsillos de la chaqueta o en los estuches de cinturón. Esas pequeñas linternas con sus bombillos LED brillan increíblemente. Con todo, ninguna linterna iluminará tanto, o tan lejos, como nos gustaría. Sea de día o de noche, nos gustaría ver lo más lejos posible al futuro. Pero no hay luz que nos dé esa clase de visión. El equivalente de las linternas modernas en el mundo bíblico era la lámpara de aceite. Iluminaban, en el mejor de los casos, unos pocos metros por delante de los pasos de uno por la noche. El salmista usa una lámpara de aceite como metáfora de la Palabra de Dios para decir que nos ha sido dada tanta luz como necesitamos o podemos usar. A veces todo lo que necesitamos es luz ...

"Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro".  1 Juan 3:3    En 1879, Harley Procter, fabricante de jabón, batallaba para hallar un nombre para la nueva línea de jabón de su compañía. Su lectura bíblica llevó al Salmo 45:8: “Mirra, áloe y casia exhalan todos tus vestidos; Desde palacios de marfil te recrean.” Inspirado por ese versículo, Procter escogió el nombre de “Ivory,” que es la palabra del inglés para marfil. A las personas les encantaba el jabón porque flotaba en la tina; y en 1895 salió al público su famoso eslogan: “99 44/ciento por ciento puro,” basado en los resultados de un laboratorio independiente.    El Dios de Palacios de Marfil espera que nuestra mente sea ciento por ciento pura, porque Él es absolutamente santo. Pero, ¿qué tal si un laboratorio independiente realizara un análisis de su mente? ¿Sería 99 por ciento pura, o 75 por ciento pura, o 50 por ciento pura? El control de la vida de pensamiento...

"Esforzaos todos vosotros los que esperáis en Jehová, Y tome aliento vuestro corazón".  Salmo 31:24    Cuando la mujer junto al pozo habló de agua física, Jesús le mencionó Su agua espiritual. Era la única agua necesaria para apagar permanentemente la sed de su alma. Nosotros somos personas multidimensionales, viviendo en un mundo físico aun cuando estamos enraizados y conectados con el mundo espiritual.    Cuando Cristo vino, sanó y atendió problemas físicos, pero sabía que la sanidad física no bastaba. Su perdón y renovación espiritual fueron de mayor importancia. Sin ellos, la sanidad física sólo toca la superficie. Su mayor don de perdón y redención ofrece un nuevo nacimiento: nuevo corazón, ojos, y conexión íntima con Dios. Somos hechos nuevos por Él.    En ocasiones viene la sanidad física, y las situaciones mejoran, pero a veces nuestras situaciones siguen siendo las mismas. Dios sigue obrando, invitándonos a estar más cerca en el ámbito espirit...

"Nada hay fuera del hombre que entre en él, que le pueda contaminar; pero lo que sale de él, eso es lo que contamina al hombre".  Marcos 7:15    Apareció ya en 1826 en Francia, y de allí se abrió paso al mundo que habla inglés mediante escritores de salud: “Eres lo que comes.” Algunos lo toman más literalmente que otros, pero nutricionalmente, la idea es que alimentos saludables promueven cuerpos saludables.    Es de razón. Pero Jesús tiene un concepto diferente de la idea de que lo que entra en el cuerpo influye lo que el cuerpo (persona) llega a ser. Los fariseos y los legalistas de Su día estaban obsesionados por la dieta; como filtrar el agua a fin de no consumir un mosquito, y de esa manera contaminarse con algo impuro (Mateo 23:24). Jesús les recuerda que lo que come una persona no la contamina (la hace inmunda). Más bien, es lo que sale del corazón lo que nos hace limpios o impuros. No podemos comer codicia, engaño y otros pecados (Marcos 7:20-23), y sin ...