NUESTRO PRONTO AUXILIO
"Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; Has entendido desde lejos mis pensamientos. Has escudriñado mi andar y mi reposo, Y todos mis caminos te son conocidos". Salmo 139:2-3
Los asesores para la aflicción recomiendan escuchar al reconfortar al que sufre. Escuchar es una acción desprendida, de empatía, una manera de estar presente en silencio: “No estás solo en tu dolor; yo estoy aquí contigo.”
Dios es como el que escucha; siempre allí, escuchando nuestros pensamientos y palabras, haciéndonos saber que no estamos solos. Él es “nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones” (Salmo 46:2). En ninguna parte de la Biblia se expresa más hermosamente la misma presencia de Dios que en el Salmo 139:1-16. Cuando David estaba acosado por los adversarios de Dios que trataban de desacreditarlo, él vertió su corazón delante de Dios. Al hacerlo, David recontaba todas las maneras en que Dios estaba presente con él, siempre listo para saber y entender sus pensamientos. Dios era omnipresente —estaba presente siempre y en todas partes— para David y lo había estado desde el momento de su concepción en el vientre de su madre (versículos 13-16).
Si usted se halla solo hoy, o en un lugar de problemas, sepa que Dios y Sus grandes y preciosas promesas están con usted (2 Pedro 1:4).
Apreciad@ amig@ lector, estas verdades se hacen patentes en nuestras vidas cuando damos
entrada en nuestro corazón al Señor Jesucristo mediante una simple oración con fe. Te invito a hacer esta oración:
"Señor Jesús, reconozco y te confieso mis pecados, te pido perdón por cada uno de ellos,
te entrego mi vida y te acepto como mi único y suficiente Salvador, escribe mi nombre en el libro de vida" Amén.
Déjanos saber sobre esta oración que has hecho. Contáctanos! :)
Por Ramón Tovar
Síguemnos en https://www.facebook.com/gotasde.valor
Twitter: @gotasdevalor1
Email: gotasdevalor@gmail.com
Comentarios
Publicar un comentario