HOGAR ETERNO
"Mientras yo tenga vida, es mi obligación animarlos y recordarles todo esto, despues sé que pronto tendré que abandonar este cuerpo."
2 Pedro 1:13-14, RVC
Pedro escribió su carta final poco antes de su ejecución. No estaba desalentado; miraba al futuro. Habla de que está “en espera de estas cosas,” y de que “nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia” (2 Pedro 3:13-14).
La vida está llena de adversidad y dificultad. Tenemos las promesas de Dios de ayudarnos en los días difíciles, y tenemos al Espíritu Santo en nosotros. Tenemos un propósito para estar aquí; refrescar la memoria de otros respecto a las cosas del Señor. Pero pronto tendremos que dejar esta tienda temporal que es el cuerpo terrenal, y ¡que alivio! Adiós a la adversidad y dificultad. Adiós a las pruebas y problemas. ¡Hola, Jesús! ¡Hola, cielos! ¡Hola calles de oro, cuerpos glorificados, días sin fin, y el aire fresco de la nueva Jerusalén!
Durante los tiempos de dificultad, la esperanza de la eternidad nos da fortaleza. Si usted es proclive a preocuparse al irse a la cama cada noche, dirija sus pensamientos hacia arriba y cierre sus ojos pensando en el cielo y el trono eterno.
Por Ramón Tovar
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